Así será la corona del centenario de la Coronación de Nuestra Señora del Rocío


Boceto realizado por Orfebrería Delgado López para la corona del centenario / CUARTOTRAMO
En la tarde de ayer jueves se presentó el boceto de la corona del Centenario de la Coronación que las Hermandades Filiales ofrendarán a la Virgen del Rocío por dicha efemérides. El tesoro de la Hermandad acogía el acto en el que se hizo público el dibujo que tendrá la nueva corona para la Virgen, salido de la mano del taller de Orfebrería Hermanos Delgado, encargados también de su ejecución.
Una corona cargada de sentimiento, realizada con el oro recogido entre los hermanos de las distintas hermandades y devotos rocieros que deseen participar. La idea principal es el valor sentimental que pueda invadir, al que en ella haya participado. Para la realización de su diseño, se ha pretendido no alterar la impronta de la Virgen, una imagen icónica, por lo que se ha planteado una corona que no sustituya las líneas de la silueta actual. Se trata de un diseño con medidas ajustadas a la actual tanto en su canasto como en el resplandor, presentando un dibujo sencillo con elementos adaptados al simbolismo de la Virgen.
El canasto recoge ocho pequeñas hornacinas que representan otras tantas letanías lauretanas sobre la que se sitúan jarras con ramos de azucenas en alusión a la pureza de la Virgen María. Entre estas hornacinas se sitúan rubíes engastados, luciendo en el frontal del canasto el escudo del Papa San Juan Pablo II y a ambos lados los escudos de la Hermandad Matriz y del pueblo de Almonte. Seis imperiales parten del canasto y sostienen un globo terráqueo, que representa la devoción a la Santísima Virgen en todo el mundo.
El resplandor, de forma circular, lleva en su centro el Espíritu Santo en forma de paloma derramando su gracia sobre el orbe descrito anteriormente. Sobre ésta remata la corona una cruz compuesta con ramos de azucenas simbolizando la victoria de la cruz sobre el mundo. A lo largo de todo el resplandor, aparecen diferentes hornacinas con los bustos de los doce apóstoles representados con sus atributos. Sesenta y seis rayos, tanto flamígeros como de punta de diamante conforman el destello de la ráfaga rematada con doce estrellas. A lo largo de toda la corona se incorporan rubíes en su color, color litúrgico de Pentecostés.