El colegio María Inmaculada celebró su anual Vía Crucis en el entorno de la Plaza Niña


Lo alumnos del centro rezaron el Vía Crucis con el crucificado del convento de las Hermanas de la Cruz / A. M. BORAITA
Las primeras horas de la mañana de este quinto viernes de Cuaresma fueron testigos de un acto ya tradicional entre los más pequeños del Colegio María Inmaculada de la capital onubense. Como acto de preparación previo a la Semana Santa, los alumnos del centro recorrieron las calles aledañas al colegio, en el entorno de la Plaza Niña, rezando las estaciones del Vía Crucis.
Desde la Capilla de las Hermanas de la Cruz salía el cortejo formado por escolares y profesores bajo la atenta mirada de padres y viandantes que acompañaron el rezo del Vía Crucis. Presidía el acto la talla del crucificado que el escultor ayamontino Antonio León Ortega realizó para el convento onubense de la compañía fundada por Santa Ángela de la Cruz, portada a hombros por los alumnos de mayor edad. Alrededor de la plaza Isabel la Católica, popularmente conocida como “plaza Niña”, y ante la presencia del monumento de Santa Ángela, se dispusieron las diferentes estaciones del rezo marcadas por las cruces que portaban los alumnos.
Este acto se encuadra dentro del calendario que el centro educativo realiza durante la cuaresma como preparación para la Pascua, donde destaca la popularmente conocida como “procesión de los niños” en la mañana del Viernes de Dolores. Una verdadera antesala de lo que vivirá la ciudad en los días siguientes, cantera de futuros cofrades, y que cada año aglutina a más onubenses que se acercan a disfrutar con esta procesión organizada por el Colegio donde los más pequeños son los verdaderos protagonistas.