Recuperada la histórica estampa del manto de castillos y leones en el palio blanco de la Paz


Momento de la presentación de la restauración del manto / JOSÉ MANUEL ALONSO
La Hermandad de los Mutilados presentó en la tarde de ayer día 14 de septiembre la recuperación de una estampa clásica de nuestra Semana Santa. Una imagen que si bien se hizo tradicional en la tarde del Domingo de ramos, no vemos desde hace más de treinta años. Ayer Huelva pudo apreciar de nuevo el recuperado manto de los “castillos y leones” de Nuestra Señora de la Paz.
Una recuperación enclavada en el 75 aniversario de la cofradía y que fue presentada en la Parroquia de San Sebastián durante el transcurso de un concierto de marchas procesionales a cargo de la Sociedad Filarmónica de Pilas. Concierto en el que también fue presentado el cartel anunciador de la efemérides que en menos de dos semanas vivirá su momento culminante con la salida extraordinaria de la Virgen por las calles de Huelva. Cubierto por una tela roja, el manto se disponía en los medios del altar del templo colocado sobre un pollero procesional, luciendo en su parte superior la toca de sobremanto realizada por Rafael Infante. Una tela que fue retirada a lo largo del acto para mostrar a todos los asistentes el aspecto actual de esta histórica pieza del patrimonio de la Virgen de la Paz.
Un manto de terciopelo blanco tachonado de castillos y leones bordados en hilos de oro fino y plata por las madres de San Vicente de Paul en 1949. Realizado para completar el primitivo paso de palio de la dolorosa, procesionaría hasta el Domingo de Ramos de 1982, cuando una tromba de agua sorprendió a la cofradía de regreso por la calle Montrocal, causando serios desperfectos sobre la pieza. Desde entonces, el manto de los castillos y leones ha permanecido en el recuerdo de la Huelva cofrade hasta el día de ayer. La recuperación ha sido posible gracias al trabajo de Casiano Heredia López, hermano de la cofradía de los Mutilados. El diseño actual ha modificado levemente la imagen original, creándose una especia de cenefa a lo largo del perímetro del manto escoltando dos leones cada castillo, mientras que el resto de la pieza presenta el característico tachonado con un dibujo más espaciado y armonioso.